domingo, 27 de noviembre de 2016

Discurso de Boda

Buenas a todos.
 lo primero, la que me has liado, eres un cabron, con lo mal que se me dan a mi el compromiso, pero ya que estamos aquí, para quien no me conozca soy Antonio Sarrapio el amigo de la infancia de Álvaro Rodríguez García.

 y sí, yo también le conocí jugando al futbol, ya sabéis lo que dicen, hay quien nace con un pan debajo del brazo y hay quien nace con unas mercurial hipervenon X y un balón de 10 euros comprado en la tienda del barrio, y tanto futbol para acabar estudiando derecho, pero bueno, he de decir que descubrir esos balones, fue lo mejor que nos habia pasado en la vida, y lo fue hasta que apareció la preciosa no, preciosísima raqu… aaa no, lo sigue siendo, porque este finde toca pachanga y no tenemos balón, así que hay que hacer bote.

  ayyys aquellos eran buenos tiempos, era todo alegría y felicidad, y luego llego Raquel, la verdad, todavía no te conozco mucho, pero me tengo que meter contigo, me estas robando a mi chico y yo soy más difícil de convencer que el padre, aunque no que la madre y si te has ganado su confianza, también te has ganado la mía.

Me acuerdo, maldito traidor, que la primera vez que nos hablaste de ella, nos dijistes que era una simple follamiga, que truan, y luego empezasteis a tener planes…. Casi citas, empezasteis a tener detalles, el uno con el otro, hasta que resulta que os poníais celosos, que os echabais de menos, estabais saliendo y no lo queríais reconocer, hasta que llego el día, la prueba definitiva e inegable de vuestra relación, le presentastes a Raquel a tus amigos, eso es amor verdadero

Sinceramente, me parece que pese a haber empezado como una relación de noobs poco a poco habéis subido de nivel, y pese a alguna que otra mina trampa, habéis conseguido formar una bonita pareja con la que os enfrentáis al THE FINAL BOSS, El matrimonio, asi que enhorabuena y os deseo lo mejor, que disfrutéis mucho uno la compañía del otro durante una larga y feliz vida.

Por vosotros chicos.

domingo, 20 de noviembre de 2016

PNL: ¿Eres visual, auditivo o kinestesico?

VISUAL


Era fin de semana y los rayos de luz me despertaron mire el reloj, las 11 de la mañana, vi el sol salir, el amancer todo lo revelaba, el dia comenzaba y dispuesto a mostrarme al mundo una vez más me fui a peinar, en el espejo me miraba joder cuanta belleza se reflejaba y ¿ahora qué? Menudo panorama, a los lejos observe las persianas y levante todas las de la casa para que estuviese bien iluminada. Parece que no tengo que hacer más nada asi que hasta mañana, eso escribi en mí diario.

AUDITIVO


Era fin de semana y los pájaros piaban así que me levante mi madre la hora me grito, eran las 11 de la mañana, escuchando los sonidos del amanecer y deseando que se callasen los pajaros me puse una canción mientras me peinaba y el peine como un micrófono usaba, joder que bien cantaba, ¿y ahora que? Menudo alboroto,  A lo lejos escuche el exprimidor, que buen zumo de naranja me tomaba, pense, así que me dispuse a preparar el desayuno y con tanto ruido desperté a los vecinos, que jaleo, bueno mejor lo dejo pero antes voy a enviarle un audio a la chica más guapa de la clase en el que la dije:“Nos vemos mañana”.

Kinestesico



Era fin de semana y el calor del sol sentí así que me levante, rápidamente el despertador agarre, eran las 11 de la mañana, así que sin rumbo andube, hasta que el grifo palpe, pues me voy a lavar la cara, pensé, joder que fresquita estaba el agua , ¿y ahora que? Pues primero me voy a secar que llevo la cara empapada, luego fui tocando la pared hasta llegar a la cocina y allí sentí un hambre incontrolable y una hogaza de pan me callo encima, mi hermana estaba levantada lazandome bolitas, pues me voy a hacer una tostada, por supuesto si me deja esta pesada, bua me resvala, voy a contactar con mi mejor amiga bua que pereza, hoy no, mejor mañana

domingo, 13 de noviembre de 2016

Emociones básicas

He seleccionado 6 obras de arte famosas que representen las emociones básicas del ser humano. Vamos a descubrirlas!!!


 

Enfado


Cuadro realizado por Vicente Lopez,
“Retrato del pintor francisco de Goya”


el entrecejo apretado y la fuerza con la que cierra la boca le hacen un gesto de lo mas agresivo, yo no me metería con Goya...


Asco

 




Escultura creada por Honore Daumier que representa al Político francés Jean-Marie Fruchard cuyo nombre recibe esta escultura comúnmente conocida como “la personificación del asco”



Tristeza



“Retrato del doctor Gachet
 una obra realizada por Vincent van Gogh

No hace falta mas que verle para notar la tristeza que le indunda y es que la tristeza es una de las emociones que mas fácilmente se observa.


Felicidad



“Mona Lisa” de Leonardo da Vinci

 una de las sonrisas mas misteriosas que existe en el mundo del arte la convierte en un ejemplo perfecto de felicidad.



Miedo


“El grito” cuadro pintado por Edvard Munch

desde luego esta gritando, y la boca completamente abierta y las manos en las orejas delantan que grita de miedo.





Sorpresa



Representada en el cuadro de Gustave Courbet “El hombre desesperado” 

ojos abiertos y boca entreabierta, aparenta sorpresa a la vez que, con sus manos, preocupación,

domingo, 6 de noviembre de 2016

RELATO: El Celador (practica de Storytelling)

Era un día lluvioso en la ciudad de Madrid, Carlos, celador del Hospital de la Princesa, se disponía a coger el tren de las siete y media de la mañana en la estación de El Pozo, al sur de la ciudad, se sentaba en la cuarta fila del tercer vagón, casi siempre con un libro de aventuras entre sus manos.
Como cada jueves, Carlos, compraba una caja de donuts de camino al hospital para alegrar el día a sus compañeros. Antes de llegar, se cruza con Juan, jefe de planta y una de las personas más serias de su trabajo, no le gustaba intimar con los empleados, ya que una de sus principales funciones era decidir sobre el futuro laboral de toda la planta.
El día parecía normal, Carlos era de esas personas que hacía que al paciente se le olvidara su dolencia, cuando de repente algo rompió su rutina, Juan le llamó a su despacho.
Carlos con las manos húmedas, golpeo la puerta, una voz seria le invitó a pasar y se dispuso a entrar. Una vez dentro, observó como Juan con un rostro “humano”, posaba un papel y un boli sobre la mesa.
Sentado en su sitio de siempre, con la mirada perdida y su libro entre las manos, trataba de asimilar lo que acababa de pasar, como si de una pesadilla se tratara, le acababan de despedir.
Al día siguiente, Carlos cogió el tren de siempre, en su sitio de siempre, con el libro de siempre, pero una parada antes del Hospital, recordó que no era un día como los de siempre. Se sentía triste y perdido, sin saber qué hacer, ni a donde ir, entonces miró sus manos, tiró el libro y cogió el primer autobús, dispuesto a emprender su propia aventura. Horas después se encontraba en el puerto de Lisboa, con la indemnización entre sus manos y las ganas de comenzar la aventura, convenció a un pescador para que le vendiera su pequeño barco, y partió.
A la semana de estar navegando, escaseaba la comida y el agua, se encontraba en mitad del océano, pero en un habitáculo del barco, encontró los utensilios de pesca de su anterior inquilino, unas redes y arpones, suficiente para poder pescar y sobrevivir.
Sobre el horizonte se divisaba un peñón, y con ganas de terminar la aventura, decidió ir hacia este; rumbo a su destino se topó con un gran tiburón blanco, el cual, comenzó a nadar en círculos alrededor del barco. Carlos, asustado, aceleró el barco, queriendo dejarle atrás, pero en su frustrada huida chocó contra el tiburón rompiendo la hélice y la dirección.
El tiburón herido, seguía con vida y cabreado comenzó a golpear el  barco, este se movía de un lado a otro, y en su interior, Carlos solo podía pensar en una cosa, la muerte.
No sabemos si por la adrenalina del momento o por ser sus últimos instantes de vida, lo que hizo que, se armara de valor, e instantes antes de volcarse el barco, agarró el arpón y saltó sobre el tiburón, atravesándolo de un solo golpe y dejándolo sin vida.
Después de la tensión vivida, Carlos se desmaya sobre el tiburón, y ambos son arrastrados por la corriente hasta la playa más cercana, donde al despertar la única imagen que observa es la inmensa boca del tiburón, con sus afilados dientes, lo que le hizo despertarse de un salto.
Desorientado y confuso comenzó a andar sin rumbo fijo, por la misteriosa isla donde había ido a parar, en busca de ayuda.
Tras unas horas de incesante búsqueda, se encuentra con una chica, y aliviado se desploma frente a ella, la cual lo llevó a su pequeño poblado y cuido de él.
Pasados los días, tras contar la aventura a sus nuevos amigos, todos juntos acudieron a la playa para comprobar que el tiburón era real y no había sido un mal sueño, e impresionados celebraron una gran fiesta con la carne del tiburón, poniendo a Carlos como anfitrión.

Años después, había conseguido empezar de cero, alejado de la monotonía de su vida, junto a aquella mujer exótica, donde el trofeo de aquella terrible aventura en aguas del océano Atlántico. Un trofeo que, sin duda, le recordará cómo su vida cambió un día lluvioso.